NATACIÓN, 19 DE MARZO


Hoy vamos a hablar de los beneficios y riesgos de la natación


Todos sabemos que la natación es un ejercicio donde intervienen multitud de músculos y articulaciones, lo cual lo convierte en muy completo. Es saludable practicarla durante todo el año, ya que los beneficios se notan a medio y largo plazo si se mantiene una cierta continuidad.

La natación no se queda en realizar largos en piscina en diferentes estilos para aquellos que ya tengan cierta práctica, aprender los estilos para los novatos o integrarse en grupos de “escuela de espalda” o actividades para aquellos que acudan porque tienen una lesión de espalda. La natación entendida como actividad en piscina abarca un sinfín de variaciones, Por tanto no hay excusa para no practicar este ejercicio tan saludable, siempre adaptado a las capacidades y necesidades de cada persona. Para ello no dudemos en acudir a profesionales que nos guíen, para disfrutar de esta actividad con todas las garantías.

Algunos de los beneficios:

  • Estimula la circulación de la sangre.
  • Contribuye con una sorprendente firmeza cardiopulmonar.
  • Reduce el peligro de contraer enfermedades cardiovasculares.
  • Contribuye a mantener una presión arterial firme.
  • Desarrolla más de dos tercios de los músculos de nuestro cuerpo.
  • Prospera la postura del cuerpo.
  • Aplaca tensiones.
  • Fortifica los tejidos de las articulaciones evitando probables lesiones.
  • Crea estados de ánimo positivos.
  • Ayuda el crecimiento y el progreso físico-psíquico.
  • Prospera el desarrollo psicomotor.

La cara menos bonita de la natación es la siguiente


Como cualquier tipo de ejercicio físico, implica una serie de riesgos. Algunos de ellos son controlables, incluso se pueden eliminar. Otros solo pueden reducirse.


  • Riesgo de lesión nueva: Como en cualquier actividad física, existe riesgo de lesión. En la natación hay que tener mucho cuidado con la técnica. Nadar es mucho más que echarse al agua y desplazarse. La natación solicita movimientos continuos de brazos (requiriendo mucha movilidad de hombros), espalda y piernas. Si la técnica no es buena o si se realiza más esfuerzo del necesario, la lesión puede irse generando poco a poco.


  • Riesgo de empeorar una lesión: Se suele recomendar la natación a las personas que tienen un problema de espalda, pero no hay que olvidar que, dependiendo del problema que sea (cifosis, escoliosis, ciática, hernia discal…) habrá unos ejericicios que vengan bien y otros que pueden ser contraproducentes y agraven el problema o la lesión.  Hay estilos como la braza que es totalmente contraproducente nadar cuando se tienen problemas de espalda.  El resto de los estilos hay que nadarlos técnicamente bien para no lesionarnos,  si no es así podemos llegar a tener un serio problema con nuestra lesiónl


  • Riesgos relacionados con el medio acuático: Algunas personas tienen más facilidad que otras para desenvolverse en el agua. Algunas personas le tienen miedo y no disfrutan de la actividad. Otras simplemente son “más de secano”, y tienen tendencia a sufrir resfriados o pasar frío en el agua, aunque la piscina esté climatizada. Otros riesgos son las medidas de higiene, muy necesarias al utilizar piscinas donde acude gran número de personas.


 Virtudes y beneficios de la natación

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Mañana continuamos...

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